Nayib Bukele pone a El Salvador como ejemplo de democracia y libertad en su discurso ante la CPAC

El Presidente Nayib Bukele participó este jueves en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC, en inglés), en Washington, Estados Unidos, donde puso a El Salvador como ejemplo de democracia y libertad, al resaltar la transformación que el país ha experimentado durante sus cinco años de gobierno y al haber concluido un proceso electoral en un ambiente de paz y tranquilidad.

El mandatario destacó la ardua labor de su Gobierno, que ha llevado al país a ser uno de los más seguros del continente, con lo que ha logrado garantizar el respeto a la libertad y los derechos de los salvadoreños, que tuvieron que pasar 50 años (una guerra civil y el posterior asedio de las pandillas), para vivir una verdadera paz.

En esa línea y, previo a las elecciones que se celebrarán en Estados Unidos en el mes de noviembre, el Presidente Bukele expresó: “En El Salvador, ganamos la elección con más del 80 % de los votos y con el 95 % de los escaños disponibles en el congreso. En El Salvador estamos despertando y ustedes también pueden abrir los ojos. Las élites globales odian nuestro éxito y temen el de ustedes (…) Este es el consejo de un amigo: regresen a los valores con los que fundaron su país. Denuncien este nuevo institucionalismo”.

El Presidente Bukele sostuvo que el próximo presidente de los Estados Unidos “necesita la visión, la voluntad y el coraje de identificar las fuerzas oscuras que van conspirar en su gestión (…) Esto no se resolverá solo con las elecciones. Tiene que haber una reestructura del Gobierno, desde la cabeza hasta las bases”, reiteró.

El Presidente Bukele fue reelecto para un segundo mandato el 4 de febrero, al obtener un 84 % de los votos, lo que representó más de dos millones de votos a su favor, superándose incluso a él mismo, cuando en 2019 obtuvo cerca de 1.5 millones, lo que demuestra la aprobación de la población a las políticas impulsadas por su Gobierno.

“Nosotros convertimos a El Salvador: era el país más peligroso del mundo y ahora es el más seguro del hemisferio occidental. Desafiamos a las élites globales y les dijimos: ¡no más! Tienen que meterse a esa lucha, pero al final, todo valdrá la pena: tendrán a su país de vuelta”, concluyó.